(DES)PINTAR EN 7 ACTOS

FOTOS DE LA EXPOSICIÓN. Galería La Mercería. Valencia.

Primer acto

Ping Pong

Meditación

Desinfectar

Termocromática

Dispositivo

Último acto

 

TEXTO

Como si el murmullo incesante se hubiera detenido…

A mediados de marzo cae el telón y la vida se cierra hasta nueva fecha. Confinamiento, aislamiento, distanciamiento…. han pasado a formar parte de un vocabulario que, pese a su apariencia de anacrónico, pertenece ya a nuestra cotidianidad. Y a ésta nos devuelve. Encerrados en los espacios domésticos, el ritmo se desacelera, se impone un tiempo que nos excede; y sin embargo puede resultar un potencial.  En este escenario reciente con aires de distopía, en este stand by incierto, Benlla Martínez genera una muestra de gestos y acciones sobre la pintura cuya unidad estética viene dada por la ausencia de formas y color. El distanciamiento es también, para el artista, una toma de distancia respecto de su obra y respecto de la pintura en general, que busca explorar —y tensionar— sus límites.

A través de 7 actos —sin duda al conocedor de Perejaume le sonará el número—, Benlla perfila un recorrido, una historia que comienza quitando una pintura (ya materializada) y termina tirando pintura (materia). En el ínterin traslada gestos que —como el vocabulario— han permeado, o se han hecho más visibles, en esta nueva cotidianidad: jugar, meditar, desinfectar… Traspone acciones para transformar las obras y, sobre todo, para transformar los medios y las maneras de crear la propia obra: se trata de una continuación de la pintura por otros medios, pues la obra final no resulta sino por esta acción que toma cuerpo y la transmuta. Mutación perseguida y, a la vez, necesariamente azarosa, abierta a la contingencia, abierta, digamos, a las consecuencias imprevistas de la acción, porque eventualmente ésta se rebela a la intención. Hablamos de una pintura en acto que, no obstante, se aleja del acto de pintar. Sobre la obra que integra “(Des)pintar en 7 actos”, permanece el gesto, el rastro o la huella de una acción que retira, despinta, ataca o borra la pintura. El registro de performatividad termina por componer estas obras. El material audiovisual, la parte del archivo, nos lleva al espacio íntimo del artista: atravesamos su estudio, paseamos por su jardín. No hay relato ni palabras, sólo el lenguaje de la acción que interviene sobre una pintura en proceso. Un soliloquio del artista al que no trascienden más que el viento ocasional y los cantos de pájaros, como si el murmullo incesante se hubiera detenido…

 

Mia Campos

 

 

 

 

SUBVERTIR LA SUBORDINACIÓN

“Subvertir la subordinación”, 2019. 17 x 6,5 Ø cm. Transferencia sobre espray.

“Entre-visibilidades urbanas”. Galería La Mercería. 2019.

Dentro del proyecto “Visibilidades y sonoridades urbanas”. Proyecto PAM! 19. Facultad de Bellas Artes. UPV. Valencia.

 

ENTRE-VISIBILIDADES URBANAS

FOTOS DE LA EXPOSICIÓN. Galería La Mercería. Valencia.

 

FOTOS INAUGURACIÓN 28/02/2019

 

TEXTO

Toda formación histórica, toda sociedad, tiene –dice Deleuze, en un texto para recordar a Foucault– un régimen de visibilidades. Una distribución de lo visible y lo invisible, también por cierto, de lo decible y lo indecible. Digamos que hay una curva que traza esta distinción. El límite. La luz, las luminosidades, hacen ver lo visible; mientras, el resto permanece en un afuera, en el silencio, quizás a la espera de que otro tiempo ilumine su emergencia.

Es objeto de esta exposición explorar tal límite, tensionar la curva para tratar de influir en la distribución. Gestionar la mirada. Lo que Benlla Martínez trata de capturar se encuentra, justamente, entre ambos lados del espectro: los reflejos, los rastros, los destellos, las fosforescencias, los orbs… Son visibles, sí, pero fugaces. Existen, pero sólo un momento. Son como líneas de fuga: líneas que se fugan de lo invisible para permanecer un instante en lo visible. Primer acontecimiento.

Benlla Martínez halla en la transferencia la condición de posibilidad para esta captura. Sin embargo, ésta es ya en sí misma un juego de visibilidades. Lo visible se vuelca sobre el cuadro y permanece invisible durante un rato. Sólo después, después de quitar el papel que vela el trazo, después de arrancar la superficie, se revela lo que se ha adherido, lo que se ha fijado, lo que ha permanecido. En esta imagen-resultado, por más que se trate de un proceso controlado, interviene lo azaroso, la contingencia. Pasamos así del objeto al segundo acontecimiento. La transferencia, más que la imagen en sí, es la crónica de ésta.

Sobre estas crónicas que hacen a espacios urbanos, en ocasiones, unas brevísimas notas de colores flúor, digitales. Como si el artista tuviese por intención invertir la relación, subvertir la subordinación de la luz a las formas, como si quisiese que se oyera un grito –tan indiscutible como efímero– en las cosas visibles.

 

Mia Campos Salvador.

URBAN VISIBILITIES XVI-XIX

Urban Visibilities XVI, 2019. 29 x 20 cm. Collage, transferencia, acrílico y espray sobre papel.

 

Urban Visibilities XVII, 2019. 29 x 20 cm. Transferencia y espray sobre papel.

 

Urban Visibilities XVIII, 2019. 29 x 20 cm. Collage, transferencia y acrílico sobre papel.

 

Urban Visibilities XIX, 2019. 29 x 20 cm. Collage, transferencia, acrílico y espray sobre papel.

“Entre-visibilidades Urbanas”. Galería la Mercería. 2019.

RECORDAR A E. KELLY

Recordar a E. Kelly, 2019. 35 x 35 cm. Transferencia sobre madera.

“Entre-visibilidades Urbanas”. Galería La Mercería. 2019.